martes, 9 de noviembre de 2010

No soy uno, soy dos

Al parecer, muchos creen que por no haber asistido a una boda y no haberse puesto una buena briaga en honor a mi relación, ésta es un simple "noviazgo". Son pocos los que entienden el nivel de compromiso y "fusión", por llamarla de alguna manera, que existen entre mi pareja y yo.

A lo largo de este año, mi buzón de quejas ha sido llenado, en su mayoría por viejos amigos, todo indica que he sido una "mala amiga". Reclamos como "ya no te vemos sola" o "ya no sales a la peda como antes" son los que más se repiten.

Al principio, lo reconozco, me angustiaba, ya que soy del tipo de persona que con todo mundo quiere quedar bien, y más tratándose de gente que ha estado ahí por muchos años. Lo que he intentado, al parecer de forma fallida, es explicar esta nueva etapa en mi vida. Ahora no soy una, soy dos, en todos y cada uno de los sentidos.

Estoy en el comienzo de una nueva familia, en donde él es mi prioridad número uno, por encima de todos y lo lamento por aquellos que se sentirán desplazados. Pero ésta es una realidad que pocos amigos han entendido. Y sí, ahora la que escribe al buzón de quejas soy yo.

En los últimos días he hecho un recuento de mis amistades y quitando a las que ya están casadas, son pocos los que me han apoyado en esta nueva etapa. Mi grupo de amigos se ha divido en 2 nuevos grupos:

* El primero, es el que no tiene mucho problema al respecto. Sólo añora aquellos tiempos en los que yo no era 2 si no 1. Pero acepta, sin más remedio, esta nueva etapa. La reacción de este grupo ante mi situación es simplemente omitirme de la agenda  nocturna, ya que dejé de ser la "wedding partner", mi presupuesto ya no esta destinado a la peda, y mis horarios son mucho más complicados que antes.

* El segundo grupo son los aferrados, aquellos que pretenden mantengamos el mismo tipo de relación. Es decir, que me olvide por unas horas que ahora formo parte de una nueva familia. Y no estoy negada a brindarles ese tiempo, tampoco es que sea extrema en cuanto a no separarme de mi pareja, no vivo pegada a él ni mucho menos. Lo molesto en cuanto a este grupo, es la exigencia constante y la forma de pedir esos tiempos.

Para que entiendan un poco mi situación, y este asunto de soy 2 no 1, quisiera detallar mi relación. Viviendo en pareja los compromisos se duplican, no sólo son mis amigos los que cuentan (y que son diferentes grupos), son los de él también. El plan, no sólo tiene que encantarme a mí, si no a él también. No sólo es a mi familia a la que hay que visitar, si no a la de él también. No sólo son mis cosas las que hay que hacer, si no las de él también. A eso súmale el tiempo que queremos pasar solos. Y aunque suene redundante, la vida en pareja es eso: COMPARTIR LA VIDA.

Los compromisos se multiplican y el tiempo se reduce. Si a eso le suman que mi Mr. Hyde es medio antisocial, pues estamos fritos. Así que, para los que se pongan el saco, si no pueden comprender esta nueva etapa, guarden el mejor recuerdo de mí, porque les garantizo que esto es para siempre.