La verdad considero que mi vida en pareja es, literalmente, bastante pareja, ambos trabajamos, ambos somos ordenados (él más ahuevo que de gana, pero es ordenado), ambos cocinamos (ninguno muy bien, ni nada complicado), ambos cuidamos a greta, ambos vamos al súper, ambos lavamos ropa, ambos hacemos de todo.
Pero las cosas se transforman cuando hay que hacer alguna reparación casera, por mínima que esta sea Dr. Jekyll sale de escena y deja en total dominio a Mr. Hyde. No importa si es colocar una repisa, instalar algún cable, armar algún mueble o hacer conexiones de aparatos. Cualquiera que sea la labor, Mr. Hyde siempre esta presente.
Con el paso del tiempo, he descubierto que para él, es todo un ritual en el que, cual cavernícola, demuestra sus habilidades físicas y racionales. A veces, esta segunda se ve completamente anulada por la frustación de una instalación que no queda.
Como mujer eres simple expectadora, a veces ayudante y por supuesto blanco de ataques y culpable de casi todo lo que sale mal. Tras varias insatalaciones y algunos pleitos después tengo una breve guía para toda aquella mujer que convive con un Mr. Hyde:
*Regla número uno y más importante: Jamás, pero en serio jamás, sugieran que lea el instructivo. Leer ese pequeño libro que te explica con santo y seña como debes hacer las cosas, en donde van y para que funcionan "es cosa de niñas".
*No pierdas de vista las herramientas o artículos de instalación que está utilizando, sobre todo presta especial atención a aquellos que son pequeños, como clavos y tornillos. Mr. Hyde suele ser peculiarmente agresivo si no encuentra alguno de estos escenciales utencilios.
*Aprende a distinguir las herramientas por su nombre: Como enfermera con doctor, es una operación difícil y no querrás "arruinar o retrasar" la operación al equivocarte de herramienta y mucho menos esperes que te expliquen cual es y/o para que sirve. Así que, de hoy en adelante incluye: broca, taladro, desarmador, taquete, nivelador, clavos y tornillos en tu vocabulario.
*Nunca, pase lo que pase, nunca sugieras contratar a un especialista, eso también "es cosa de niñas".
*Por último, pero igual de importante, no se te ocurra preguntar "¿porqué sobraron estas piezas?", recuerda la empresa de fabricación siempre pone piezas de más "por si las necesitas".